Estas
líneas están de dicadas a un grande entre los grandes del beisbol de Grandes
Ligas, Jackie Robinson, el primer jugador de color en jugar en la Mayores.
Jackie
nació en el Estado de Georgia en enero de 1919 y jugaba beisbol en el ejercito
de los Estados Unidos, donde llego a obtener el grado de segundo teniente y fue
dado de baja con honores después de la Segunda Guerra Mundial en 1944. Un año más
tarde entra a la Liga Negra con los Monarcas de Kansas City, donde fue uno de
los más destacados durante dos temporadas. Esta liga agrupaba a los jugadores
de descendencia africana, a los cuales no se les permitía jugar en las Grandes
Ligas debido a discriminación racial, ya que en esta solo jugaban peloteros de
raza blanca. Muchos dicen que la Liga Negra era superior, se jugaba un beisbol
diferente, a base de velocidad, inteligencia y picardía, era un beisbol
divertido, de estrategia y de viveza, no era solo pararse en el home y esperar
un batazo, se trataba de correr las bases, de siempre alcanzar una más, de
avanzar los corredores, de jugar por el equipo. En esta liga destacaron muchos
jugadores que tuvieron que conformarse con jugar en esta liga paralela y nunca
tuvieron la oportunidad de ir a las Mayores, como por ejemplo el cubano Martín
Dihigo, quien a pesar de esto, está en el Salón de la Fama y Joshua Gibson,
quién es considerado uno de los mejores jugadores de la historia, un bateador
como ninguno, con promedio por arriba de .400, poder, velocidad y una defensa
excelsa, Gibson junto con Satchel Paige y Jackie Robinson eran las estrellas de
esa liga en los años ´40, era un espectáculo ver a estos señores jugando y uno
de ellos tres iba a ser el elegido para el gran experimento y cruzar la barrera
racial. Gibson era un gran jugador, con condiciones excepcionales pero su
arrogancia y mala conducta le quitaron puntos a la hora de escoger, Paige era
un jugador de experiencia, ya sobrepasaba los 40 años de edad, lo cual era un
punto en contra para la elección, así que el camino quedó abierto para Jackie
Robinson, un jugador de 28 años, líder en bases robadas y carreras anotadas en
los dos años que tenía en la liga, una súper estrella, pero con poco tiempo en
la liga, un héroe de guerra y con el tiempo, un héroe del beisbol.
En
1947, el dueño de los Dodgers de Brooklyn decide experimentar con un jugador de
color en un equipo de blancos, todos decían que estaba loco, que eso nunca
funcionaría, porque era diferente, supuestamente una raza inferior sin las
mismas capacidades, pero igual decidió traerse a Robinson, quién debuta el 15
de abril de 1947, entre pitas y abucheos en el estadio de Brooklyn, ese día la barrera
de la segregación racial sería superada, aunque no conectó ningún hit,
consiguió la carrera ganadora. Después de esto, pasó poco tiempo para que
Robinson se robara el corazón de los fanáticos de Brooklyn, su estilo de jugar
beisbol lo llevó a mantenerse en la Gran Carpa. Robinson tuvo que pasar por
vejaciones, insultos y hasta maltrato físico y verbal, no podía sentarse en la
mesa a comer con el resto de sus compañeros, tenía que montarse al autobús por
la puerta trasera y viajar de pie, no dormía en el mismo hotel, ni disfrutaba
de los mismos beneficios, pero lo bueno fue que aguantó y aguantó no por él,
sino por lo que él representaba, la defensa de los derechos y la igualdad de
una raza, lo grande de Jackie va más allá de lo deportivo, va a atacar un
problema social de un país entero, la discriminación de las personas por el
color de su piel. Nativo de Georgia, Robinson luchó por los ideales de su coterráneo
Martin Luther King, defensor de la paz y la igualdad.
Después
de su retiro, Robinson se destacó por su lucha contra la segregación racial
como empresario y figura política, también se encargó de proyectos para mejorar
la vivienda de los afroamericanos. Por todas estas razones es que el número 42,
el dorsal que siempre vistió en su uniforme fue retirado en todos los equipos
de Grandes Ligas y todos los 15 de abril se celebra "el Día de Jackie
Robinson", el día en que se conmemora la caída de la barrera racial en el
deporte estadounidense y ese día todos los jugadores de todos los equipos en
todos los estadios del beisbol mayor llevan en su espalda el número 42, en
honor a ese héroe del deporte y de la sociedad Americana, llamado Jackie
Robinson.
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