Si
bien es cierto que durante los años 80 se crearon varias dinastías en la NBA
como la de Los Ángeles Lakers con “Magic” Johnson y Kareem Abdul-Jabbar (8
finales – 5 títulos), la de los Boston Celtics con Larry Bird (5 finales – 3
títulos) o la de los “Bad Boys” (Isiah
Thomas, Joe Dumars y Dennis Rodman) Detroit Pistons (3 finales – 2 títulos),
también es cierto que en la década de los 90 hubo una única dinastía, la cual
tuvo un antes y un después y estuvo marcada por el retiro y regreso de uno de
los grandes jugadores de la historia, el señor Michael Jordan.
Inevitablemente
hablar de los Bulls es hablar de Jordan ¿Qué sería de los Bulls sin este
jugador? ¿Habrían sido campeones sin él? ¿Cuántos títulos tendrían? ¿Cuánta
influencia tuvo el resto de los jugadores de la plantilla en la obtención de
los campeonatos? ¿Michael hubiese ganado la misma cantidad de anillos en otro
equipo? ¿Habría sido igual su legado jugando en otro club? ¿Cómo sería la
historia de ese equipo si no hubiese sido dirigido por Phil Jackson? Son
preguntas difíciles de responder, de las cuales tal vez nunca tendremos
respuestas, pero que se pueden analizar en base a la historia y a los sucesos
ocurridos en la NBA durante esos años, aunque seguirán siendo simple especulaciones.
Si nos remontamos al pasado, nos daremos cuenta que los
Bulls son un equipo fundado en 1966 y que hasta 1984 había pasado por la liga
sin pena ni gloria, tan solo un título de división obtenido en 1975, pero que
en realidad no es de relevancia dentro de la historia de la NBA. En 1979 el
equipo de Chicago fue a sorteo por la primera elección del draft contra los
Lakers, quienes salieron favorecidos, escogiendo de esta manera a Earvin
“Magic” Johnson (quien sería el MVP de la final del año siguiente) ¿Habría cambiado
la historia de Bulls al tener a “Magic”? ¿El equipo habría girado en torno a
él? ¿Se hubiese formado una pareja “Magic – Air”? ¿Hubiese sido tan
espectacular como nos la imaginamos? Seguramente, pero el punto es que no fue
así y el destino le permitió a los Bulls tener su revancha y en 1984
Chicago obtuvo la tercera elección del draft por detrás de Houston y Portland. Los Rockets eligieron al pívot Hakeem Olajuwon,
mientras que los Blazers tomaron a Sam Bowie,
dejando en bandeja de plata a los Bulls la elección del escolta de la Universidad de
Carolina del Norte, Michael Jordan,
y aquí fue donde empezó a cambiar la historia de los Toros.
![http://sportall.es/wp-content/uploads/2014/10/Michael-Jordan-1982-Championship-Shot-vs-Georgetown-7.jpeg](file:///D:/Usuarios/LOPEZRVG/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image002.jpg)
Foto:
sportall.es.
Jordan ante Ewing en la liga universitaria.
Entre los años 84 y 90 se puede decir que fue un período
de adaptación para los Bulls, que armaban un equipo entorno a un joven que
despuntaba para grandes cosas. En su año de novato Jordan promedió 28,2 puntos
por partido con un porcentaje en tiros de campo de 51,5, convirtiéndose así en
uno de los jugadores favoritos del público debido a su juego espectacular y
ofensivo, lo que lo llevó a disputar el “Juego de las Estrellas” en el quinteto
abridor durante su primer año, además de ser elegido como Novato del Año y en el segundo mejor quinteto de
la liga. Jordan deleitaba al público y más que un juego era un espectáculo, era
algo sensacional (robos, volcadas, pases de fantasía), pero era un juego
individual, los Bulls mostraban a un gran jugador pero seguían sin tener un
equipo. Michael fue líder anotador en las temporadas 87, 88, 89 y 90, con
promedio por encima de los 30 puntos por partidos, fue llamado al juego de las
estrellas en cada una de esas temporadas y también llevó a su equipo a la
postemporada las cuatro veces. En el 87 cayeron barridos 3-0 en primera ronda
ante los Celtics de Larry Bird, al igual que habían caído el año anterior. Al
año siguiente los Bulls se consiguen con la que fue su “Bestia Negra”, el
equipo que los iba a eliminar durante 3 temporadas consecutivas, en 1988 en
semifinales de conferencia y en el 89 y 90 en la final de la Conferencia del Este,
se trata nada más y nada menos que de los “Bad Boys” de Detroit Pistons (Isiah
Thomas, Joe Dumars, Dennis Rodman y Bill Laimbeer), impidiendo que Chicago
alcanzara el tan preciado campeonato, teniendo a uno de los jugadores más
espectaculares de la liga.
![http://www.lionsdenu.com/wp-content/uploads/2013/02/Jordan-Rules-vs-Pistons.jpg](file:///D:/Usuarios/LOPEZRVG/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image004.jpg)
Foto:
NBA.com.
Jordan ante los “Bad Boys”.
Jordan se da cuenta que si seguía jugando para él, sus
números personales iban a ser descomunales, pero difícilmente alcanzaría un
título, así que empieza a jugar para el equipo y el equipo empieza a jugar para
él, lo que hace que mantenga sus extraordinarios números y a su vez el equipo
se muestra mucho más competitivo. En el draft de 1987 logran hacerse de los
servicios del ala-pívot Horace Grant en
la décima posición y la gerencia realiza un cambio con los Seattle
Supersonics donde adquieren al alero Scottie Pippen, quien también viene del
draft. Ellos dos junto con Jordan y el base armador John Paxson
pasan a formar la columna vertebral de Chicago a finales de los 80 y son los
principales artífices del éxito en la primera mitad de los 90. Recordando
también que Pippen sería pieza fundamental en ambas etapas del equipo.
“THE THREE-PEAT". PARTE I.
Para la temporada 89-90 el entrenador Doug Collins fue reemplazado por su asistente, Phil Jackson
y se nota el cambio en los vestidores, la preparación física y mental fue mucho
mayor y los cambios realizados y los jugadores escogidos en el draft de ese
año, Stacey King y B. J. Armstrong
se acoplaron rápidamente al estilo de juego de Jackson, creando por primera vez
un verdadero equipo (liderado por Michael Jordan) y su única aspiración era el
título. De esta manera en 1991 llegan a la final de la Conferencia del Este por
tercera vez consecutiva ante los “Bad Boys” de Detroit, pero esta vez no se
repetiría la historia de los tres años anteriores y los Bulls logran superar a
los Pistons claramente, tomando una
dulce revancha (por barrida 4-0), después de alcanzar 61 victorias en la fase regular y llegar a su primera gran
final enfrentándose a los Lakers de “Magic” Johnson, con los cuales solo
perdieron un partido, coronándose por primera vez en la historia como campeones
de la NBA y con Jordan como MVP de la temporada regular y de la final, además
de obtener su quinto título consecutivo como anotador. Los Bulls hacían
historia y el gran artífice fue Phil Jackson, quien supo guiar a este grupo de
muchachos. Y aquí tan solo empezaban los triunfos, este era el principio de la
primera parte de esta singular dinastía.
![https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcR-rYr3TwemxbGatw3X-BOxb9giCLNTjLnXgdUfVkA3kKaalpjT2g](file:///D:/Usuarios/LOPEZRVG/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image008.jpg)
Foto:
NBA.com.
Jordan ante “Magic” en la final de 91.
La temporada 91-92 era para demostrar
que el campeonato conseguido el año anterior no había sido casualidad y
buscaban afianzarse como el mejor equipo de la liga del momento, cosa que
dejaron bastante claro, obteniendo 67 victorias en la ronda regular y llegando
nuevamente a la final, esta vez contra los Portland Trail Blazers liderados por
Clyde Drexler, a los que superaron en 6 partidos.
De nuevo Jordan ganaría todos los títulos posibles, incluido el de mejor
anotador. Los muchachos de Jackson se habían acoplado a la perfección y se
habían convertido en un equipo prácticamente imbatible, siempre de la mano de
la extraordinaria pareja Jordan – Pippen.
Foto: NBA.com.
Jordan ante Drexler en la final del 92.
En la temporada 92-93 se completa el
primer “three peat” (trilogía de campeonatos) para Chicago, algo que ningún
equipo había logrado desde los legendarios Celtics de los 60. Esta vez sus rivales fueron los
Phoenix Suns de Charles Barkley (quien fue el MVP de la temporada regular) a
los cuales superaron en 6 juegos. Jordan fue de nuevo el mejor jugador de las
finales, consiguiendo el récord de mejor promedio de puntos por
partido en finales de NBA con 41. También igualó a Wilt Chamberlain
al ganar su séptimo título de mejor anotador consecutivo. Jordan era el líder
del mejor equipo de la NBA en ese momento y si seguían de esa manera quien sabe
cuántos campeonatos alcanzarían. Pero el equipo cayó en reestructuración y
entre cambios y retiros la “Dinastía” se fue a un receso.
Foto:
NBA.com.
Jordan y Barkley en la final del 93.
RETIRO O RECESO.
Durante el verano de 1993 Michael Jordan conmociona al
mundo del deporte al anunciar su retiro de manera prematura, esto motivado al
asesinato de su padre, James Jordan unos meses antes. Michael se va a probar
unas pasantías en el béisbol, mientras los Bulls quedan a cargo de Scottie
Pippen, quien aprovechó el momento para establecerse como uno de los mejores
jugadores de la NBA, siendo elegido ese año como MVP del Juego de las
Estrellas. El equipo formado por Grant, Armstrong,
Cartwright, Myers y el novato croata
Toni Kukoč, no se amilanó y logró 55 victorias
para clasificar a la postemporada, donde fueron derrotados en segunda ronda por
los New York Knicks de Pat Ewing.
Foto:
MLB.com.
Jordan con los Chicago White Sox.
En la temporada 94-95 los Bulls estrenaron escenario,
mudándose al United Center (su sede actual). Para esa campaña Chicago pierde
varias piezas importantes, Grant y Williams quedaron como agentes libres,
mientras que Cartwright y Paxson
decidieron retirarse, pero pudieron fichar al base Ron Harper,
al alero Steve Kerr, y a los pívots
Luc Longley
y Bill Wennington, con los cuales se comenzó a
reconstruir el equipo. Sin embargo, la mejor noticia para los Bulls llegó para
el final de la temporada, cuando Michael Jordan decidió regresar de su retiro.
Y lo hizo de la mejor manera posible, anotando 55 puntos ante New York Knicks
en su quinto partido tras su vuelta y marcando un record de 9-1 en los últimos
10 partidos, para llevar a su equipo a los playoffs una vez más, donde tras
ganar a los Hornets en primera ronda, fueron incapaces de
superar al que a la postre fue el campeón de la Conferencia Este,
Orlando Magic, con jugadores como Horace Grant,
Anfernee Hardaway y Shaquille O'Neal,
cayendo en 6 juegos.
![http://i2.cdn.turner.com/nba/nba/history/legends/scottie-pippen/4.jpg](file:///D:/Usuarios/LOPEZRVG/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image016.jpg)
“THE THREE-PEAT". PARTE II.
Con el regreso de Jordan la gerencia decide reforzar el
equipo para optar una vez más por el título y el mismo Michael recomienda la
adquisición de uno de los antiguos integrantes de los “Bad Boys” que tantos dolores
de cabeza le dieron a los a los Bulls en los 80, nos referimos al hasta el
momento 4 veces líder en rebotes (2 con Detroit y 2 con San Antonio) Denis
Rodman, también conocido como “el gusano”, el cual viene a conformar junto a
Pippen y Jordan un trío verdaderamente fantástico, entregándole al público un
baloncesto lleno de magia y fantasía, pero también con fuerza y efectividad, estos sería conocidos como el
“Big 3” o el “Gran Trío”, realmente era un espectáculo ver a estos tres hombres
jugando juntos. Los cinco abridores los completaban el base Ron Harper y el pívot
australiano Luc Longley, además Chicago tenía una profundidad en la banca
bastante amplia ya que contaban con el croata Toni Kukoč,(uno
de los mejores sexto hombres de la liga), Steve Kerr
(una de las mejores efectividades en tiros de larga distancia) y el pivot Bill Wennington,
haciendo de los Bulls un equipo blindado capacitado para seguir pasando a los
play-off y firme candidato a recuperar el título, que los últimos dos años
había estado en manos de los Houston Rockets de Hakeem Olajuwon y compañía.
![http://piratasdelbasket.net/wp-content/uploads/2016/01/chicago-bulls2.jpg](file:///D:/Usuarios/LOPEZRVG/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image018.jpg)
Foto:
NBA.com. Bulls
en la segunda mitad de los 90.
De esta manera empieza la temporada 95-96 y los Bulls
demuestran su superioridad en la liga batiendo varios records de equipo, incluyendo
el de mejor balance en partidos fuera de casa (33 victorias, 8 derrotas), el
mejor arranque de la liga (41-3), la más larga serie de partidos ganados
consecutivamente (44, 7 desde la temporada anterior) y el mejor comienzo en
casa (37-0). Fueron también el segundo mejor equipo de la historia con record en
casa (39-2), sólo por detrás de los Celtics
de 1986, que consiguieron un 40-1. Alcanzaron
un balance total de 72 victorias y 10 derrotas (record de la liga) en temporada
regular, llegando preparados para enfrentar los play-offs donde barrieron a
Miami, perdieron un solo juego con New York y luego barrieron a Orlando para
clasificar a la gran final después dos temporadas. En esta instancia los Bulls
se midieron ante los Seattle Supersonics de Gary Payton y Shawn Kemp,
superándolos en 6 juegos, para de esta manera retomar la senda del campeonato y
comenzar lo que sería LA SEGUNDA PARTE DE LA DINASTÍA DE CHICAGO. Jordan fue el
líder anotador de la liga por octava ocasión, Rodman quedó como líder en
rebotes por quinta vez consecutiva y Kerr terminó segundo en porcentaje de tiros de 3. Jordan, además, se alzó con la
Triple Corona al ganar el MVP de la temporada regular, del All-Star Game y de las Finales.
Krause fue elegido Ejecutivo del Año de
la NBA, Jackson Entrenador del Año y Kukoc Mejor Sexto Hombre. Jordan y Pippen fueron elegidos en
el mejor quinteto de la liga, y ambos junto a Rodman en el mejor quinteto
defensivo, haciendo que los Bulls fueran el primer equipo de la historia en
meter a tres jugadores en dicha categoría. Chicago rompía todos los esquemas,
parámetros y records, de hecho el equipo Chicago Bulls la temporada 95-96 está
considerado como uno de los 10 mejores de la historia de la NBA y es que realmente era espectacular
verlos jugar.
![http://i33.tinypic.com/2pythzr.jpg](file:///D:/Usuarios/LOPEZRVG/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image020.jpg)
Foto: NBA.com. Chicago Bulls 1996.
Foto:
NBA.com. “El Big 3” en el tabloncillo.
Llega la temporada 96-97 y el público estaba a la
expectativa, esperando que el equipo siguiera teniendo un desempeño tan
extraordinario como el de la campaña anterior y de hecho ASÍ FUE. Los Bulls estuvieron
a punto de repetir una campaña con 70 victorias, quedándose a una, tras perder
sus dos últimos partidos de la fase regular, aunque repitieron su dominio en
casa con un 39-2. En los playoffs
arrasaron de nuevo, tras barrer a Washington y superar a Atlanta y Miami en 5
juegos, llegan de nuevo a la gran final donde se plantaron ante los grandiosos Utah Jazz
de John Stockton y Karl Malone,
negándole la gloria a los Jazz y ganando su quinto título de la década. Jordan
ganó su noveno título de máximo anotador, Rodman su sexto consecutivo en
rebotes, mientras que el propio Jordan y Scottie Pippen,
junto con Robert Parish, que jugó su última temporada en
activo con los Bulls, fueron incluidos ese año (1996), en la celebración del 50
aniversario de la NBA, entre los 50 mejores jugadores de la historia de la liga.
![http://ivanjordanproductions.weebly.com/uploads/1/8/1/3/18135717/2085635_orig.jpg](file:///D:/Usuarios/LOPEZRVG/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image024.jpg)
Foto:
NBA.com. Dos de las grandes parejas de la historia de la NBA.
Para la temporada 97-98 Los Bulls consiguieron lo que se
denominó "repeat the three-peat", es decir volvieron a lograr tres
campeonatos consecutivos. Esta vez ganaron 62 partidos de la liga regular y en
los play-offs barrieron a los Nets y superaron a los Hornets en 5 partidos para
llegar a la final conferencia ante los Indiana Pacers de Reggie Miller, los
cuales se convirtieron en un duro rival forzando un séptimo, pero igual fue
inútil el esfuerzo ya que los Bulls clasificaron de nuevo a la gran final y una
vez más se enfrentaba a los Utah Jazz, que caían por segunda temporada
consecutiva en la final. Jordan se hizo de nuevo con todos los títulos posibles
a nivel individual, incluida su décima corona de máximo anotador, mientras
Rodman se hacía con su séptimo título de rebotes.
Foto:
NBA.com.
Jordan ante Malone en la final del 98.
El verano de 1998 trajo consigo un repentino final a la
era de los campeonatos. Krause se dio cuenta de que la plantilla de los Bulls
estaba demasiado envejecida para seguir compitiendo a un alto nivel, por lo que
decidió reconstruir el equipo para evitar un lento pero doloroso declive de sus
estrellas. Su plan consistía en deshacerse de los jugadores que habían sido
hasta entonces pilares del equipo y adquirir novatos en puestos altos del draft.
Así, traspasó a Scottie Pippen a Houston Rockets
a cambio de varios jugadores que no llegaron a jugar en el equipo, renunció a
la renovación de Dennis Rodman y traspasó a Luc Longley
y Steve Kerr
a cambio de elecciones en drafts futuros. Contrató a un entrenador sin
experiencia en la NBA, Tim Floyd, que había llevado un exitoso programa en la Universidad de Iowa
State. Tras la marcha
de Phil Jackson, Jordan anunció su segundo retiro
oficial. Marcando así el final de la dinastía de los Bulls.
Definitivamente las cosas se fueron dando para que todo
ocurriera así y el “Universo conspiró” para regalarnos (a los amantes del
baloncesto) una década llena de espectacularidad y reconocemos que todo se dio
así porque tenía que darse y que si un solo factor hubiese cambiado tal vez la
historia hubiese sido de otro modo. Por ejemplo si en el sorteo por la primera
elección del draft de 1979 hubiese salido favorecido Chicago habrían escogido a
“Magic”, quien hubiese sido el líder del equipo y de ser así quién sabe si los
Bulls hubieran optado por Jordan en el draft del 84, quizás habrían ganado
algún campeonato antes de ese año o quizás no. Si se hubiese formado la pareja
“Magic”-Jordan ¿qué tan espectacular sería? Tal vez más de lo que imaginamos y
por eso tal vez en el draft del 87 no se hubiese negociado con Seattle para
obtener a Pippen. ¿Qué pasa si Jordan no se hubiese retirado en el 93?
Probablemente la hegemonía de los Bulls se habría mantenido y Hakeem Olajuwon y
Clyde Drexler hubieran pasado a la historia en el grupo de Malone, Stockton,
Ewing y Barkley como otros reyes sin corona ¿o tal vez no? Porque Chicago cayó
en esos años en un proceso de renovación y reestructuración y no se sabe si los
jugadores que tenían eran suficiente y los indicados para alcanzar el
campeonato, aunque tener una pareja como Jordan-Pippen supone que da para
mucho, hay que recordar Horace Grant había salido del equipo y Rodman todavía
no se había incorporado, así que quedaba vacante un puesto sumamente importante
que era el de conseguir los rebotes. Hay otro punto no menos importante que es,
que todo esto se consiguió bajo la tutela de Phil Jackson que hasta 1989 era el
asistente técnico ¿qué pasa si Jackson no se convierte en el DT principal del
equipo? ¿Habrían ganado igual? Yo creo que no, ya que fue Jackson el que le
inculcó la mentalidad ganadora a los jugadores y los hizo ganadores, fue quién
llevó a Jordan al juego colectivo y es ahí donde radica el éxito de los Bulls,
EN EL JUEGO EN EQUIPO.
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Foto:
NBA.com. Los 6 trofeos de los Bulls.
En mi opinión Jordan hizo al equipo y el equipo hizo a
Jordan, esto es algo que no se puede disociar. Jordan sin Pippen y sin un
jugador con alta capacidad para tomar rebotes (Grant en la primera etapa y
Rodman en la segunda) no habría tenido el mismo éxito, obviamente el brillaba
por sí solo y no necesitaba a más nadie para demostrar la clase de jugador que
era, pero solo, no era más que un jugador espectacular, con una capacidad
anotadora impresionante. En conjunto era, un equipo espectacular, con una
capacidad ganadora impresionante y a mi parecer Jordan en otro equipo y
dirigido por otro técnico no nos habría dejado el legado que nos dejó y
probablemente no se hubiera convertido en “el más grande de la historia de la
NBA”.
Foto:
NBA.com. Pippen, Jackson y Jordan en la actualidad.
Principales Fuentes Consultadas:
§ NBA Entertainment.
§ Wikipedia. Anexo: Finales de la NBA.